miércoles, 2 de septiembre de 2015

Ocho lunas

Mar,
que transformas la ausencia en necesidad.
En necesidad de caricias,
en necesidad de estar.

Mar,
que transformas la necesidad en heridas.
En heridas de zozobra,
en heridas de la sal.

Mar,
que transformas las heridas en olas.
En olas de barlovento,
en olas de temporal.

Mar,
que transformas las olas en sueños
En sueños de arribada.
En sueños de noray.

Mar,
que transformas los sueños en lágrimas.
En lágrimas de silencio.
En lágrimas de soledad.

Mar,
que transformas las lágrimas en versos,
anegas mi nave y la hundes
entre las aguas de un papel en blanco
sin más palabras que las que se ahogan
en  el reverso de las hojas arrancadas de un calendario
que paraliza el tiempo,
entre el principio y el final.

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