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Foto: Channel News Asia |
Las aguas costeras y entornos de agua dulce son complejos y dinámicos en el espacio y en el tiempo por lo que su control es esencial para mantenerlos en perfecto estado y protegidos. Por ello la Universidad de Singarpur optó por investigar sistemas que combinen vehículos submarinos autónomos, de superficie, sin tripulación y boyas y desarrolló una red de vehículos diseñados para realizar perfiles de interés y minimizar el coste de propulsión aprovechando el movimiento natural del agua y el viento.
Y una vez diseñados, a los vehículos se les puso un disfraz. Y para el patito feo del robot el mejor disfraz para pasar desapercibido en estos entornos era, sin duda, un cisne que nada majestuoso a una velocidad de dos nudos, unos 3,5 kilómetros por hora y tal y como vemos en el gráfico también puede sumergirse y tomar datos del ph, salinidad, turbulencia, oxigenación del agua, etc.
Eso sí, no esperéis que abra la boca para comerse el pan que echéis al agua así que mejor evitad ir a alimentar a estos cisnes. Nos despedimos con una pieza dedicada al cisne recomendada por una lectora y muy apropiada para esta entrada.
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