¡Gracias, corazones!

Hoy es un día especial para nosotros. Y lo es porque llevamos ya un año públicamente a vuestro lado, desde que el 14 de noviembre de 2013, nerviosos por la ilusión del paso que íbamos a dar adelante, le dimos a "publicar" a nuestro primer post en este blog.

Aquel día "arríamos a boia" y desde entonces vivimos en una marea permanente de noticias, innovaciones tecnológicas, poemas, relatos, imágenes y curiosidades; sin dejar atrás el espíritu reivindicativo.

Desde aquel 14 de noviembre, hemos publicado 145 entradas con las que hemos intentado compartir con vosotros un poco del amor que sentimos por la mar. Esta entrada de hoy tiene el objetivo de daros las gracias. Gracias a todos los que nos parais para comentar algo que habéis leido en el blog; gracias a los que habéis remitido comentarios; a los que habéis colaborado en alguna entrada; a los que dais al "me gusta" de nuestra página de facebook o a las que en algún momento habéis retuiteado alguna de nuestros tuits. Gracias a los que nos remitís enlaces que encontráis interesantes para que los publiquemos en el blog; a los que nos enviais fotos de vuestros viajes o mareas; a los que nos habéis escuchado con paciencia; a los que nos habéis contado vuestras vivencias; a los que os habéis suscrito; a los que nos leeis, ojeáis o simplemente escucháis la música que vamos colgando y recopilando. Gracias a todos vosotros porque nos ayudáis a transmitir lo que sentimos por la mar y por la pesca. Y ese es el verdadero objetivo de este blog.

¡Mucha mar y rock'n'roll!

Vuestra mirada

En silencio un eco de las olas
se escondía en la oscuridad de una humilde cueva
camuflada en el acantilado.
Las notas calladas de su música
deambulaban entre las estalactitas de sal
que como lágrimas petrificadas
colgadas del techo guardaban secretos
del brillo oculto bajo las escamas
de una sirena enamorada.
Guardaban el estribillo de las canciones de amor
que susurraban los marineros en las proas
de islas flotantes olvidadas.
Guardaban montoncitos de arena
desprendidos de la torre de un castillo
construido por las manos entumecidas de un arquitecto inocente
con la complicidad de la orilla de una playa.
Guardaban en su esencia de sal tímidas intenciones
de buscar el calor de tu mirada
entre el Sol de la tarde y el horizonte
dibujado por la magia del “Cry baby” de Janis Joplin.

Guardaban lo que era la nada hasta que tu iris
oceánico creó las singladuras con cada gota

de la mar a la que amas.