Reenfocar

Hay momentos en la vida que, por unos motivos u otros, necesitamos enfocar nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestra energía en objetivos que nos separan de las sendas inicialmente trazadas. Este blog constituía uno de mis caminos favoritos pero desde hace unos años he transitado por otro sendero paralelo y en ese alejamiento me he llevado a mi compañero.

"¡Hay que volver a poner en marcha el blog!", me decía en más de una ocasión. También algunos de nuestros lectores han preguntado, "¿cuándo vais a volver?, ¿no lo vais a volver a escribir?, pero si estaba divertido". Y realmente era divertido leerlo y escribirlo.

Como todo tiene su momento, siento que es el momento de volver y arrastrar de nuevo a Balueiro a este mundo de escritura que adora pero que, ya sabemos los que lo conocemos, se mete en mil batallas y hay que empujarlo, echarlo a los cocodrilos para que nade también en estas aguas. 

Así que, patrón, a los cocodrilos que vas.

Hace unos días me enviaste la imagen que ilustra esta entrada desde Perú. "Entre dinosaurios" la titulaste. Ahora la veo y nos imagino a los dos, como dos pequeños remolcadores intentando sacar adelante todo lo que tenemos encima, en la mesa y en la vida. Dos seres que abarcan muchos proyectos, y todos maravillosos. Yo, con mis libros y mi música. Tú, con tus poemas y tu Piueiro.

Ambos sabemos que echamos de menos este Corazones de Sal que hoy intento poner en marcha porque me he levantado y he dicho, "¿por qué no?" y de respuesta solo he encontrado excusas –que no razones– para lanzarme a la piscina de los cocodrilos, donde te espero nadando y divirtiéndome.

De momento, te animo con una melodía, la que te gusta.

- ¿Arrancamos, patrón?

- Arrancamos, raparija–, escucho en mi mente desde la distancia.

Es el momento de reenfocar.