jueves, 19 de febrero de 2015

Cortejando a la dama en el fondo del mar

Foto: Mejuto & García-Cortés 2014.
Encontramos en Scientific American una noticia que nos llama la atención y que se refiere al cortejo del pez espada. El trabajo realizado por científicos españoles entre los que se encuentra el biólogo del Centro Oceanográfico de A Coruña dependiente del Instituto Español de Oceanorafía, Jaime Mejuto, a quien tenemos en muy alta estima, ha logrado documentar el cortejo de un macho de pez espada a una hembra.

Según explica el artículo:
 
“Las fotos, tomadas desde un barco en aguas muy claras y publicadas en la última edición de la Revista de Biología Marina y Oceanografía, son conmovedoras: a unos 10 metros de profundidad, mientras pescadores izan a la superficie a una hembra con su cavidad visceral visiblemente dilatada, previo al desove, un macho “galán” acompaña el ascenso forzado de la infortunada sin dejar de cortejarla, nadando a su alrededor.
 


La foto confirma relatos de marineros gallegos que, en la década de los años 80, habían bautizado una zona de intensa actividad reproductiva en el Atlántico como “o mar dos namorados” o “el mar de los enamorados”. Durante sus operaciones de pesca, cuando capturaban a un pez espada hembra a punto de poner huevos, los hombres reportaron observar que uno o varios machos solían permanecer alrededor de la “pretendida” y se aproximaban al costado del barco hasta que la izaban a bordo. Incluso se podían quedar durante varios minutos más, como si no se resignaran a perder su pareja sexual”.

La pareja es un fenómeno exclusivo del pez espada dentro de las especies capturadas con el palangre de superficie cuya observación, cuando estamos pescando, se estanca en el estadio de los sentimientos, siendo estos contradictorios: por un lado nos reporta la alegría de la captura (que es nuestro pan) y por el otro nos deja cariacontecidos en nuestra soledad salada. La visión científica de este fenómeno por parte de uno de los mejores equipos del mundo en el conocimiento de grandes migradores debería ser una herramienta útil tanto para conservacionistas como para pescadores, ya que estos, los científicos de la talla de Jaime Mejuto y su equipo, se encuentran en medio de la balanza, donde el equilibrio se manifiesta.

Esta investigación aporta nuevos datos para ayudar a la gestión sostenible de este recurso pesquero si bien quedan muchas dudas por despejar como el hecho de si ese baile tiene lugar para animar a la hembra a desovar ya que la fecundación de los huevos se produce en el exterior.

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