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Foto NOAA |
Aún recuerdo cómo se me erizó la piel cuando de pequeña escuché por primera vez hablar del Triángulo de las Bermudas y las pesadillas que la noticia me provocó en los días siguientes a su conocimiento. El Triángulo de las Bermudas quedaba lejos pero parecía que ese poder de atracción mágico podía atrapar hasta nuestros más escondidos pensamientos y así el misterio que rodeaba las desapariciones, mezclado con la imaginación infantil, provocaba estragos en la oscura madrugada.
La NOAA ha quitado hierro al asunto y en un artículo publicado en su página web dice que no se producen más desapariciones en esta zona que en otros mares del mundo. En este sentido, explica que el océano es un lugar siempre inhóspito, y que el mal tiempo y la malas condiciones de navegación suelen ser condiciones potencialmente trágicas en cualquier mar del mundo.
Así que borremos de nuestra imaginación todas esas misteriosas desapariciones de barcos, aviones, submarinos y personas; reseteamos la mente a todas las hipótesis de agujeros que absorben objetos e incluso de naves extraterrestres que se llevan a su mundo espacial todo lo que pasa por la zona. Al final, la culpa la tienen, en su gran mayoría, las tormentas tropicales y los huracanes del Atlántico que atraviesan el Triángulo de las Bermudas, así como la corriente del Golfo, especialmente juguetona con el clima. Además, la tecnología no permitía mejores comunicaciones ni tampoco una predicción de la meteorología exacta y con mayor anticipación, de ahí que se produjesen más accidentes.
En fin, la historia se repite una vez más y al igual que Evémero de Menese, que en el siglo IV a C dijo que los Dioses del Olimpo no eran más que meras mitificaciones de hombres y sucesos importantes de la sociedad mal recordados y elevados a los cielos por mentes fantasiosas, la NOAA se nos apunta al everemismo y de un plumazo intenta borrar de nuestras mentes soñadoras un mito que nos aterroriza.
El verbo creer todavía nos permite, a la plebe, volar y sumergirnos en las profundidades del Océano en busca de Prometeo para que venga a librar de nuevo a la Humanidad de los dioses del poder. Saber sabemos que nos roban, que nos utilizan, que nos humillan y engañan. Prefiero seguir creyendo en el mito y que un día saldrá Poseidón de entre las aguas del Triángulo de las Bermudas para librarnos de la tropa que nos ha gobernado, gobierna y con este plan gobernará.
En esta entrada de la wikipedia podéis encontrar una interesante lectura sobre el Triángulo de las Bermudas y algunas de esas misteriosas desapariciones que con los años alimentaron nuestra imaginación y que, a pesar de lo que nos diga ahora la NOAA, siempre permanecerán en nuestra memoria como algo especialmente misterioso.
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