Vive la Liberté! Nous sommes Charlie Hebdon.

Demóstenes en el siglo IV aC ya advirtió que no podía caer mayor desgracia sobre un pueblo que la privación de la libertad de la palabra. Se le atribuye al gran ilustrado Voltaire la célebre cita "Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo". Y fue ahí, precisamente en Francia, en el siglo XVIII, donde se forjaron los cimientos de la libertad que en la sociedad occidental de hoy, aunque cargada de imperfecciones, disfrutamos. Y es ahí, en la cuna de la libertad de expresión donde se ha atentado en un acto de barbarie, segando la vida de doce personas, contra la libertad de todos.

Cada día, como nunca antes había sucedido, los ciudadanos de a pie (a furricaxe miuda, decimos en nuestra tierra) ejercemos de forma natural el maravilloso Derecho Fundamental de la Libertad de expresión que heredamos de la Francia ilustrada. A través de Facebook, Twitter, Blogs, Instagram, etc. podemos opinar, criticar, alabar y descargar nuestra rabia o ira a favor en contra de lo que creamos oportuno utilizando este Derecho fundamental, universal e indivisible (esto es: necesario para el ejercicio y protección de los demás derechos) por medio de una pluma, un lápiz, una imagen o un teclado sin temor de contra quién o contra qué lo hacemos, sea el poder establecido o cualquier hecho que nos mueva a compartirlo con el resto de la sociedad. Este hermoso derecho ha sido, una vez más, amenazado por medio del asesinato.

Unos fanáticos intolerantes que no soportan la libertad han bañado de sangre el corazón de París atacando con kalachnicoff a unos luchadores armados únicamente con plumas e ingenio. Nuestro dolor e indignación jamás les devolverá la vida a estos hombres y mujeres que, a su pesar, el fanatismo ha convertido en iconos de la lucha por la libertad, pero sí debe alzar más nuestra voz contra cualquier intento de silenciarnos (a furricaxe miuda).

El mejor homenaje que le podemos rendir es el de seguir escribiendo con libertad y luchar contra los que pretendan el regreso de la Edad Media en una victoria de Torquemada sobre Voltaire.