miércoles, 15 de julio de 2015

Inspirados en la naturaleza: la cola del caballito de mar

El caballito de mar nada lento pero gracias a su cola se aferra con firmeza a algas o corales en el fondo marino. Así lo ha puesto de manifiesto un estudio realizado por la Universidad de Clemson, en Carolina del Sur, que tras estudiar la cola del caballito de mar, ha concluido que ésta tiene una estructura ósea particular.
En concreto la cola está formada por 36 segmentos con cuatro placas de hueso que forman un cuadrado y van decreciendo en tamaño a lo largo de la misma. Sus ventajas mecánicas pueden ser extrapolables a la construcción de robots.

“La estructura cuadrada es, aproximadamente, 3 veces más rígida, 4 veces más fuerte y 1,5 veces más elástica que una cilíndrica cuando es aplastada. Presenta mayor superficie de agarre cuando coge un objeto y ayuda a volver a la posición de relajación, lo que permite al caballito de mar gastar menos energía cuando realiza movimientos con su cola” explica a EFE Futuro, Michael Porter, profesor de Ingeniería Mecánica en la Universidad de Clemson (Carolina del Sur, EE.UU.) y uno de los autores del estudio.

La sencillez con que la cola del hipocampo se retuerce y luego vuelve a su posición normal ha entusiasmado a los científicos que imprimieron un modelo en 3D y pudieron demostrar de forma gráfica que esa estructura cuadrada presenta una mayor resistencia a la deformación mecánica que un modelo similar de estructura cilíndrica. Y así, la cola del caballito podría ser una de esas soluciones que la naturaleza ofrece a la tecnología y entre las aplicaciones se apuntan trabajos tan precisos como la cirugía laparoscopia, o robots de rescate, perforación de pozos de gas o petróleos o incluso el diseño de exoesqueletos.

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