Mientras la mancha de fuel procedente del hundimiento del buque ruso Oleg Naydenov sigue a la deriva por las aguas de Canarias, nos acercamos al laboratorio de la Universidad Estatal de Ohio donde han fabricado una malla de acero inoxidable permite filtrar el agua y no el aceite, gracias a un recubrimiento casi invisible en su superficie que repele las sustancias oleosas.
Una vez más la fuente de inspiración ha sido la naturaleza. El revestimiento de malla se ha inspirado en las hojas de la flor de loto cuya superficie repele el agua, y se ha desarrollado a partir de nanotecnología y sus posibles aplicaciones van desde la limpieza de derrames de petróleo para el seguimiento de los depósitos de petróleo bajo tierra.
Para el recubrimiento los investigadores eligieron sílice porque es un ingrediente en vidrio, y querían explorar el potencial de esta tecnología para la creación de revestimientos de vidrio libres de manchas para aplicarlo a la fabricación de cristales de automóviles o superficies de teléfonos móviles, por ejemplo.
Este trabajo se inició hace más de 10 años y ha contemplado también el estudio de superficies naturales como las alas de la mariposa o la piel de los tiburones para comprender cómo la naturaleza da respuesta a ciertos problemas. Pero la naturaleza está preparada para dar respuesta a problemas naturales y la acción del hombre, la irrupción de materiales sintéticos en el medio implica, sin duda, la búsqueda de otras soluciones.
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