lunes, 1 de septiembre de 2014

La cara y la cruz de los trabajadores en la mar

Foto: EJF
El pasado día 20 de agosto, la Organización Internacional del Trabajo celebró el primer aniversario de la entrada en vigor a nivel internacional del Convenio sobre Trabajo Marítimo de 2006 que proporciona amplia protección laboral a los marinos. Aquí os dejamos un enlace a la página web del Convenio y un vídeo elaborado por la propia OIT sobre un día en la mar.




Se ha avanzado mucho en legislación laboral en la mar, es cierto, pero nos gustaría aprovechar esta entrada para denunciar que aún falta mucho por hacer, sobre todo en el ámbito marítimo de la pesca. Mientras los marineros de países desarrollados operan, navegan y faenan en embarcaciones que cumplen con los estrictos controles de seguridad, sanidad y habitabilidad a bordo, nos encontramos, en alma mar, con buques que sólo podríamos calificar como verdaderas tumbas flotantes.

Eso nos lo dice la experiencia que hemos ido acumulando por todos los puertos del mundo donde hemos compartido atraque con oxidadas y famélicas máquinas de generar dinero para las que no existe la condición humana de los que navegan a bordo de sus barcos, a los que consideran ganado y que pasan, igual que nosotros, sus vidas en la Mar. No es un aspecto que a multinacionales asiáticas, mayoritariamente, les importe poco, sino lo siguiente: nada. Experiencias propias que solamente causan dolor al recordarlas lo avalan, pero también lo dicen informes documentados. Los más recientes, los elaborados por la asociación Enviromental Justice Foundation que con entrevistas directas a marineros ha puesto sobre la mesa la esclavitud que pervive en la pesca en países como Tailandia.

Os dejamos también el vídeo elaborado por EJF para que comprobeis el verdadero contraste al que nos referimos. Y ojo, al final todo el pescado acaba en el mismo mercado, compitiendo por el poder adquisitivo de los mismos compradores que, en última instancia, son los que deciden.

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