miércoles, 24 de septiembre de 2014

El regreso de los Faraones


Muchas son las grandes obras de ingeniería que se desarrollan en la actualidad alrededor del mundo, pero pocas de ellas han despertado la expectación con la que lo ha hecho la construcción del nuevo canal de Suez. El impacto que tendrá sobre el tráfico marítimo mundial, que está fuera de toda duda, no parece motivo suficiente para poner en valor el río de noticias y opiniones que se han generado en todo el mundo en torno a esta iniciativa.


Más bien, debería relacionarse con el fondo y la forma con que el proyecto fue anunciado por el jefe de estado egipcio Abdel Fatah el pasado 5 de agosto. Sus palabras destilan efervescencias históricas relacionadas con el problemático pasado del propio canal y con el glorioso Egipto faraónico que intentan rememorar a través de la movilización nacional, el llamamiento de las fuerza armadas a todos los jóvenes para trabajar en el proyecto en periodo de vacaciones y la capitalización únicamente nacional.

Poniendo las cosas en el lugar que realmente le corresponde Abdel Fatah y el proyecto de la ampliación del canal de este siglo XXI son un eslabón más en una cadena de más de 40 siglos en la lucha de la civilización contra lo que parece una broma que la geología quiso gastarle a la humanidad separando dos mundos con un poco de arena. Según los textos de Estrabón el poderoso faraón Sesostris III en el año 1874 aC ya intentó abrir un canal que uniera el Nilo con el lago de Timsah. Esta ruta se llamaría el Canal de los Faraones y estaría en el origen del actual canal. Nechao II (660 aC) y Dario I continuaron manteniendo abierto el canal aunque con posterioridad se abandonaría quedando invadido por la arena hasta que Trajano en el siglo I dC lo restauraría de nuevo. Tras la invasión de los franceses, Napoleón Bonaparte en 1799, en su disputa por la hegemonía comercial contra el Imperio británico, muestra interés en reabrir la ruta y encarga unos estudios que finalmente resultaron erróneos. Aunque los estudios no dieron fruto algunos intelectuales mantuvieron el interés por ese caprichoso montón de arena que obstaculizaba las principal ruta comercial entre Oriente y Occidente.

Ferdinnad de Lesseps fue el artífice del Canal de Suez actual. De él dijo Julio Verne "posee el genio de la voluntad". Esta voluntad, seguramente, fue la que le permitió acceder en 1854 al que por entonces representaba el poder: Mohamed Said. Este le concede "el poder exclusivo de construir y dirigir una compañía universal para abrir el istmo de Suez y la explotación del canal entre los dos mares". Nace la Compañía Universal del Canal Marítimo de Suez de capital franco egipcio, y con ella las presiones y conflictos internacionales por el control de la ruta.
Desde su inauguración en 1869 los conflictos por el control del canal entre Francia y el Reino Unido son constantes. Los egípcios consigen finalmente la nacionalización del canal en 1956 aunque en 1967 con la Guerra de los Seis Días el canal tendrá que cerrarse al tráfico no pudiendo reabrirse hasta el año 1975.


Dijo Abdel Fatah:
"El inicio de la excavación del nuevo canal es considerado un hecho histórico y confirma la fuerza de la voluntad egipcia de fabricar nuevamente la historia"

Toda esta carga histórica, tanto la reciente como la del pasado más lejano, es la base en la que se sustenta este proyecto nacional y nacionalista egipcio a través del cual parecen querer despertar del sueño a los Faraones.

Aquí os dejamos algunas imágenes del Canal:



Canal 1880


inauguración 1869


Evolución del canal desde 1869 a 2010


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