La renovación de la flota comunitaria es una de las asignaturas pendientes. Las unidades de altura han abierto el proceso con nuevas incorporaciones y empresas emblemáticas como Nueva Pescanova han anunciado nuevos proyectos. Sin embargo, la sustitución de unidades anticuadas y poco eficientes medioambientalmente es un reto para ciertos segmentos de la pesca. Uno de ellos es el palangre de superficie. Los buques más recientes son meras copias de los anteriores, con lo cual pecan de los mismos fallos en cuanto a su diseño.
Sin embargo, la Organización de Palangreros Guardeses, ORPAGU, de la mano de Vicus Desarrollos Tecnológicos ha querido dar un paso adelante y han presentado un prototipo de buque palangrero del futuro con mejoras significativas en aspectos relacionados con la eficiencia energética, el principal caballo de batalla de los empresarios del mundo del mar.
Juana Parada, gerente de la organización, explica que "la mayoría de los astilleros se basan en el mismo diseño desde hace 30 años y ahora ya se pueden hacer cosas más modernas sin necesidad de inventar nada, empleando materiales que ya existen en el mercado". Con esa idea de fondo empezó el trabajo con Vicus Desarrollos Tecnológicos, que recibió el encargo de un nuevo buque de palangre que permitiera un ahorro al armador en los gastos de carburante porque "en un segmento como éste en el que a nada que suba el precio del combustible y baje un poco el del pescado se pasa muy mal, es fundamental", destaca Parada.
El prototipo que se ha presentado a los asociados de Orpagu permitiría un ahorro medio sobre el gasto actual de combustible del 20 %, que podría llegar hasta el 30 % en caso de que todas las condiciones de navegación fueran las mejores, explica la Organización. Y según explica el gerente y director técnico de Vicus, Adrián Sarasquete, "el trabajo se centró en las posibles mejoras en la tecnología de generación eléctrica y en hidrodinámica y propulsión, ya que el principal consumidor del barco es la planta propulsora y generadora". El resultado de estos cambios e incorporaciones es un barco más eficiente, ya que reduce considerablemente el consumo de combustible, pero también más confortable y silencioso, tanto para los que trabajan a bordo como para el medio marino.
El palangrero del siglo XXI podría navegar a mayor velocidad que el actual; ahora queda esperar a ver si la renovación de esta flota es, finalmente, una realidad y la flota da el golpe de timón que tanto necesita aunque aún el camino es largo.
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