El periodista denuncia como se están destruyendo los corales cerca de unos atolones controlados por Filipinas en las islas Spratly pero además la destrucción que provoca la construcción de islas artificiales sobre los arrecifes que quedan enterrados bajo toneladas de arena y grava.
El periodista ha documentado su denuncia tal y como publica en este enlace y, además, en otra entrada en el mismo medio de comunicación se denuncian las presiones del gobierno chino ante los reportajes realizados por el reportero. Asimismo, el periodista denuncia la pesca ilegal y destructiva que están realizando algunos pescadores de la zona, destruyendo los corales con las hélices de sus embarcaciones para la obtención de captura de almejas gigantes o de tortugas protegidas.
En más de una ocasión, hemos denunciado la persecución envalentonada que sufrimos los pescadores europeos por parte de nuestras autoridades por meros errores en los diarios de pesca electrónicos, excesos insignificantes sobre las pírricas cuotas asignadas o por el color de la etiqueta del pescado. Con ello han conseguido, con la complicidad de quienes viven del discurso apocalíptico desde la comodidad de mullidas butacas, que a la gente de mar europea las ausencias y el trabajo duro no nos haya servido más que para ser tratados como auténticos delincuentes. A la vez, estas mismas autoridades, como por arte de magia, se convierten en objetos inanimados carentes de vista, oído o habla cuando deben enfrentarse a maquinarias de poder como la de China, que campan por el mundo a su antojo. Los Gigantes europeos se vuelven enanos asustados en el momento de tratar con estos verdaderos esquilmadores que, sin ningún tipo de temor, actúan donde y como les place, seguros de la cobardía de quienes tienen la obligación moral de dar un golpe encima de la mesa para decir ¡basta!
Esto sí que es un atentado en toda regla contra la Naturaleza y el océano. Desde luego el cambio provocado es fácilmente constatable en las siguientes imágenes:
No hay comentarios:
Publicar un comentario