1975
Una botella de lejía, azul, con nombre de diosa, "MAR", llegó a la orilla en medio de una sopa de basura flotante. Justo en aquella esquina de la playa se agolpaban los niños en su tiempo de recreo, entre clase y clase. Sabían que, tras el temporal, las corrientes marinas atraerían todo tipo de desechos que levantara el oleaje del fondo.