Titán y cautivador de aflicciones,
(Mar intenso, mar cruel, mar salitroso),
dueñas de polvorientos corazones,
esclavos del entono y la quimera,
(Mar negro, mar bravo, mar agitado),
atrapados sin remedio en la niebla,
de su propio embuste y fatal engaño.
Tus entrañas se revelan violentas.
En ti no es admisible tal falacia.
Con tu ira, liberas de las carcasas
carcomidas los corazones rotos
que entregas a la luz y a la esperanza.
Mar plácida, Mar noble, Mar austera
que enseñas a tus hijos, buena Madre,
(Mar blanca, Mar nuestra, Mar duradera)
volver al camino; seguir la estrella
que marca la senda certera al alma,
(Mar clara, Mar mía, Mar Verdadera),
y te habla el corazón y le señalas
cual ha sido la estupidez causante
que lo ha llevado a tan profunda pena.
Su vida te la entrega para siempre,
(Mar clara, Mar mía, Mar Verdadera),
y nunca olvidará, a su amada eterna.
por Balueiro
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