lunes, 16 de octubre de 2023

¿De las ruedas a nuestro cerebro?

Los neumáticos de los automóviles llevan adheridos unos compuestos antioxidantes para evitar el endurecimiento y el agrietamiento. Entre ellos, el más utilizado a nivel mundial es el 6PPD que, con el desgaste del propio neumático se libera al medio ambiente y podrían estar afectando a nuestro cerebro. ¿Cómo lo saben los científicos? Lo saben gracias a las larvas del pez cebra un organismo modelo ampliamente utilizado en biomedicina por la similitud de su sistema nervioso con el del ser humano.

Un estudio del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) y del Instituto Químico de Sarrià (IQS) ha detectado efectos negativos de uno de sus compuestos de degradación, la 6PPD-quinona, sobre el sistema nervioso de las larvas. El trabajo, publicado en Science of The Total Environment, ha observado que, tras exponer estas larvas a concentraciones encontradas habitualmente en el medio ambiente, éstas sufrieron alteraciones en su comportamiento, en sus ritmos circadianos y un aumento de la frecuencia cardíaca, lo que comprometía la viabilidad y supervivencia de estos organismos.

Al liberarse del neumático, la 6PPD-quinona se acumula en grandes cantidades en las carreteras. “Las lluvias arrastran este compuesto, lo que contamina el agua circundante. Cuando comienza a llover, el agua está más contaminada, ya que arrastra la mayoría de la 6PPD-quinona acumulada en la carretera.

Los investigadores han analizado las larvas de peces cebra expuestas a tres concentraciones diferentes de 6PPD-quinona (20 ng/L, 200 ng/L y 2000 ng/L) durante 24 horas, simulando, así, la exposición a la que podría encontrarse en el medio ambiente y detectaron que en las exposiciones más altas de este contaminante, a 2000 ng/L, se veía, además, un cambio en los ritmos circadianos de las larvas, con un aumento en las horas de sueño.

El 6PPD-quinona es el causante de la mortandad del salmón del Pacífico en Canadá, un fenómeno que se ha estado estudiando durante 20 años y que, según un estudio del año 2020 publicado en la revista Science, se demostró ser letal para algunas especies de salmónidos.

El trabajo liderado por el investigador del CSIC en el IDAEA Demetrio Raldúa, quería abordar cómo este compuesto podría tener efectos negativos incluso para especies presuntamente tolerantes, como el pez cebra. “En este estudio, nos hemos centrado en analizar efectos del 6PPD-quinona que, aunque subletales bajo condiciones de laboratorio, pueden ser letales en la naturaleza”, explica el investigador. 

El equipo investigador señala la necesidad de seguir estudiando los efectos neurotóxicos que puede tener este compuesto derivado de los neumáticos en especies que se creen tolerantes y que podrían poner en peligro estos organismos.

Así que la próxima vez que penséis en salir quemando rueda, pensad un poco en el medio ambiente.




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