Tras unas semanas de paréntesis vacacional, abrimos hoy una entrada con un artículo/reflexión que nos remite nuestro amigo, colaborador y fiel seguidor Miguel Flavián desde el Reino Unido y que versa sobre las alternativas que se presentan para reducir el impacto de los desechos en el mar y si no sería mejor reducir esas emisiones. Gracias Miguel por tu punto de vista.
Los supermercados se han vuelto un elemento imprescindible en la vida de muchos de nosotros, porque en ellos compramos muchas de las cosas que necesitamos habitualmente. Sin dejar de lado nuestra responsabilidad individual como habitantes del planeta y además consumidores, la escala de estos negocios de distribución junto con la de las empresas que les proveen de alimentos y otros productos, es tal, que muchas veces las decisiones que toman y que van copiando unos de otros tienen consecuencias de calado en nuestras vidas, y en nuestro planeta. Todos los que leen este blog saben de las islas de plástico que hay en el océano, y cómo se ha generado una buena parte de estos residuos flotantes.
Hoy les hablamos de tres noticias que han aparecido en nuestra prensa local, la británica, y que son relevantes para esto que les hablo.
Las microperlas de plástico es un ingrediente presente en muchos productos de cuidado personal. Sus cualidades abrasivas son útiles en cremas exfoliantes y en pastas dentríficas, por ejemplo. Suponen un riesgo para la vida en los océanos, con algunos efectos negativos sobre la capacidad reproductiva de la fauna marina, recientemente demostrados, y algunos otros que se sospechan y todavía están en fase de investigación. El gobierno británico ha decidido prohibirlas a partir de finales del año que viene, por lo que las empresas que las utilizan en sus formulaciones deberán buscar sustitutivos. Tesco, el lider de la distribución en este país, se adelanta a la imposición y acaba de anunciar que desde finales de este año eliminará estos productos de 20 productos de su gama de marca propia, que emplearán alternativas como cáscara de coco molida, sales de calcio, etc, más respetuosas con el medio ambiente.
La Marine Conservation Society publicó hace unos días el resultado de su "Great British Beath Clean 2016", el día de septiembre en el que reunió a 6000 voluntarios para limpiar 364 playas del Reino Unido. Según ellos, el número de bolsas de plástico que ensucian las playas del país ha bajado en un 40% en un año, y consideran que para esto ha sido fundamental la tasa que los británicos tienen que pagar para que los comercios les den bolsas de plástico con la compra. Sin embargo, el camino todavía es largo: todavía recogen 649 residuos por 100 metros, y 7 de ellos son bolsas de plástico.
Y finalmente, una iniciativa que nos parece bienintencionada, pero no nos acaba de gustar del todo. La cervecera SaltWater acaba de anunciar que los anillos que sujetan las latas para conformar los lotes de ventas, a partir de ahora serán biodegradables. Y como los fabrican a partir de residuos de su propio proceso de fabricación de la cerveza, a partir de restos de cebada y trigo, son comestibles para los animales acuáticos. Sin duda es una gran estrategía la minimización y aprovechamiento de residuos al máximo para que nuestro impacto sea el mínimo posible, pero creemos que tampoco hace falta considerar el mar como un basurero, y pensar que la basura que llegue a él tenga que ser biodegradable o alimenticia... mejor que no llegue a él en primera instancia, y le dejemos tranquilo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario