viernes, 4 de noviembre de 2016

Entre anguilas y estrellas


Abierta la temporada de la angula (ameixón en el Baixo Miño). Una conversación sobre los secretos del esquivo pez con un amigo marinero a orillas del río. En cada rincón, entre cada palabra, afloran los misterios que la angula esconde a la sabiduría popular generación tras generación.
El tono adquiere tintes místicos, lo que hace inevitable un viaje entre los recuerdos, entre las lecturas. El destino final explota: "Prosa del observatorio" de Julio Cortázar. Y llegó "Esa hora que puede llegar alguna vez fuera de toda hora, agujero en la red del tiempo, esa manera de estar entre, no por encima o por detrás sino entre...". Así comienza el maravilloso texto de Cortázar, y aquella hora de la tarde, que no fue hora, a orillas del Miño.
Ahora, una nueva edición de Prosa del observatorio  (Alfaguara), que incluye fotografías tomadas por el propio autor, está a nuestra disposición en las librerías. Animo a disfrutarla a quienes no la hayan leído. ¿Es prosa, es ciencia, es poesía, es todo ello? Lo ignoro, pero en mi caso, es lo más bello que he leído nunca.

Cortázar une dos mundos aparentemente inconexos: la misteriosa migración de las anguilas desde el Mar de los Sargazos y el observatorio de estrellas de Jaipur (s XVIII). Entre las anguilas y la Vía Láctea, entre lo más profundo del océano y el espacio exterior, entre oriente y occidente, entre el mar y las estrellas: "...cuando Jai Singh con un cristal entre los dedos es ese pescador que extrae de la red, estremecida de dientes y de rabia, una anguila que es una estrella que es una anguila que es una estrella que es una anguila." 

Quizás mi amigo, aquella tarde, fue Jai Singh cuando alzó la cabeza y observó las estrellas.








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