Son eléctricos, propulsados por una batería con lo cual son “emisión cero” y alcanzan una velocidad de entre 6 y 8 nudos. Además, explica su diseñador, no generan olas, son seguros y divertidos, silenciosos, con capacidad para 4 pasajeros y alcanzan una autonomía de entre 80 y 100 kilómetros. Se espera que la primera producción de estos vehículos comience en julio de 2017. ¡Ah! Y dicen que no vuelca.
Alain Thebault, regatista, construyó previamente el Hydroptere, un yate trimarán eólico que apenas toca la superficie del agua, levando el barco unos metros en el aire tal y como podemos ver en este vídeo. Y de ahí surgió el concepto del SeaBubbles que levanta su cuerpo permitiendo una mayor velocidad y un menor impacto en el medio.
El proyecto contempla incluso una versión completamente autónoma. Y las baterías se cargarán en las estaciones portuarias que se fondearán en los ríos.
Esperemos que no sea el fin de los gondoleros de Venecia.
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